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MIS ZAPATOS AMARILLOS por Sebastián Correa

¿Porqué las mujeres que trabajan en oficinas son tan reacias para incorporar color a sus atuendos?

Es una pregunta que ronda en mi cabeza desde de hace mucho tiempo, sin una respuesta clara, que de sentido a esta inseguridad de nuevas mujeres empoderadas en cargos de dirección y manejo, que laboran en sectores de la economía donde tradicionalmente los cargos de alto mando han sido ocupados por hombres; los nuevos tiempos, han dado la oportunidad a las Millares de mujeres para brillar con estrella propia siendo exitosas en cargos de altos mandos, sin embargo, veo que quieren mimetizarse, es como si trataran de ocultar sus ventajas de ser mujer en un mundo competitivo que por historia tienes como protagonistas a hombres aguerridos y egoístas los cuales con dificultad dan paso al talento femenino; por qué las mujeres ejecutivas son tan conservadoras con el color? Podría parecer que la respuesta puede estar en la pérdida de formalidad quizás; o por el contrario, que se les deje de tomar en serio o… lo más preocupante en algo tan simple como la falta de creatividad para incorporar unos accesorios de color en un atuendo elegante y sobrio…. las nuevas ejecutivas traen una lastre que les enseñaron quizás sus colegas de vieja escuela sobre la paleta de color idónea para una oficina; lugares como: la banca, los grupos de abogados y hasta el sector público muestran el azul oscuro, el básico negro, el beige y hasta el color miel (para las más osadas) como los únicos colores permitidos como sinónimo de sobriedad y elegancia…. pero qué pasa con los otros colores? Donde queda el rojo sinónimo de fuerza, el Celeste que refleja serenidad, el rosa en su gama y hasta el amarillo fuente de vitalidad y energía? a los colores no hay que tenerles miedo, el color añade luz a cualquier atuendo, convierte un conjunto de chaqueta y falda oscuro en algo interesante, atractivo y vistoso, se puede ser muy ejecutiva con un par de stiletos de una altura vertiginosa en color amarillo con un traje azul oscuro, una blusa blanca y una bufanda multicolor que junto a una cartera a juego brinden una visual más contemporánea, llamando la atención sin perder fuerza y autoridad.


Con frecuencia veo gerentes de banca jóvenes y muy brillantes resistentes al color, prefieren perder su lozanía ocultas tras la escala de grises que brinda comodidad, pero opaca la belleza oculta de detalles simples, añadiendo años y rigidez a sus estructuras; ser profesional no debe ir alejado de un criterio de combinación que se obtiene con sentido común y conocimientos de la carta de color, no es necesario ser colorista para saber qué un básico como el azul noche, el gris, el negro y hasta beige van bien con asentos interesantes de color en rojo, fucsia, amarillo o verde loro y turquesa protagonistas en accesorias vivaces y modernos como zapatos, pashminas, carteras, aretes y broches los cuales se ofrecen hoy en nuestra ciudad marcas de pronta moda en tiendas internacionales con escala de precio justo en temporada.

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